A la hora de asearse, uno tiende a pensar que la práctica diaria del baño es común en todo el mundo
El 66% de los estadounidenses se baña diariamente, frente al 80% de australianos. En tanto, esa cifra alcanza solo el 50% en China
Desde el punto de vista médico leemos que:
El agua caliente diaria puede causar debilitamiento del sistema inmunológico humano que necesita exponerse a patógenos externos y suciedad para generar anticuerpos y proteger a la persona.
A menos que una persona esté sucia, sudorosa o tenga razones puntuales para bañarse diariamente, los expertos de Harvard sugieren que ducharse varias veces por semana es suficiente e indican que las duchas cortas (de tres o cuatro minutos de duración) centradas en las axilas y las ingles pueden ser suficientes. Y dejaron distintos factores a considerar:
Frecuencia recomendada: Bañarse todos los días no sería necesario para la mayoría de las personas y podría incluso ser perjudicial, ya que puede eliminar los aceites naturales de la piel y causar sequedad o irritación. Bañarse cada 2 ó 3 días es suficiente para la mayoría de las personas
Nivel de Actividad: Una persona con un nivel vida muy activo o que suda mucho, sí podría necesitar bañarse más frecuentemente.
Clima: En climas cálidos y húmedos, es posible que las personas necesiten bañarse con más frecuencia que en climas fríos y secos.
Salud de la Piel: Las personas con piel seca o condiciones dermatológicas específicas podrían disminuir la frecuencia diaria del baño
Higiene Personal Básica: Si la persona opta por no bañarse todos los días, igualmente debería mantener una buena higiene diaria, como lavarse las manos regularmente, limpiar la cara, las áreas como las axilas y la zona genital.
Uso de productos suaves: Al bañarse, es aconsejable usar jabones y productos de baño suaves que no eliminen los aceites naturales de la piel. También se recomienda usar agua tibia en lugar de caliente para evitar resecar la piel.
En consonancia con este estudio, el doctor Ariel Vilchis Reyes, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), identificó tres factores para establecer la frecuencia de un baño: el clima, la condición biológica y la actividad física que cada persona realice.“Si estamos en un clima frío, lo mejor es bañarse dos o tes veces por semana, pero si estamos en un clima cálido y sudamos mucho, se recomienda bañarse hasta dos veces al día”, explicó Vilchis Reyes.
“Respecto a la condición biológica, cada cuerpo es distinto. Algunas personas sudan más que otras o tienen más grasa en la superficie de la piel, que actúa como protectora. El cuerpo contiene componentes de diferentes condiciones lipídicas, que forman una capa que permite protegerse de los agentes externos. Eliminar esa capa puede generar dermatitis, celulitis, hinchazón de la piel, u otra infección dermatológica”, precisó el experto.
Desde la psicología leemos que:
El autocuidado a través del baño puede ser una práctica muy efectiva para mejorar nuestra salud mental. El acto de bañarse no solo es una necesidad física, sino que además puede ayudarnos a relajarnos, a disminuir el estrés y la ansiedad, y a conectarnos con nosotros mismos.
El baño puede ser utilizado como una herramienta terapéutica, ya que permite que nos dediquemos un tiempo exclusivamente para nosotros mismos, desconectando del mundo exterior y enfocándonos en nuestro cuerpo y mente. Además, el hecho de cuidar nuestra higiene personal contribuye a mejorar nuestra autoestima, lo cual también tiene un impacto positivo en nuestra salud emocional.
En conclusión, el autocuidado a través del baño es una herramienta valiosa para mejorar nuestra salud mental. Es importante recordar que cada persona tiene necesidades y preferencias únicas, por lo que es clave experimentar con distintas técnicas y encontrar aquellas que mejor funcionen para nosotros.
¿Cuáles son los beneficios específicos del baño en términos de reducción del estrés y la ansiedad, y cómo podemos aprovecharlos de manera efectiva?
El baño es una de las actividades más efectivas para reducir el estrés y la ansiedad. Sumergirse en el agua caliente puede tener un efecto relajante en los músculos, mejorar la circulación sanguínea y reducir la tensión. Además, puede ayudar a calmar la mente y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Para aprovechar al máximo los beneficios del baño, es recomendable tomarse el tiempo necesario para crear un ambiente tranquilo y relajado. Agregar sales de baño, aceites esenciales o incluso música suave pueden contribuir a crear una atmósfera más placentera y propicia para la relajación.
Otra manera efectiva de utilizar el baño como herramienta para reducir el estrés y la ansiedad es incorporar la práctica de la meditación. Sentarse en la bañera con los ojos cerrados y centrar la atención en la respiración puede ayudar a desconectar del mundo exterior y enfocarse en el presente. También existen técnicas específicas de meditación que pueden practicarse en el baño, como la visualización creativa o la meditación guiada.
En definitiva, el baño es una actividad simple pero efectiva para reducir el estrés y la ansiedad. Tomarse el tiempo para crear un entorno tranquilo y relajado, añadir algunos elementos para mejorar la experiencia y practicar la meditación son algunas formas de aprovechar sus beneficios de manera efectiva.
El principal objetivo de la ducha diaria es limpiar nuestra piel pero también hay que tener en cuenta cómo nos hace sentir. Hay quien afirma que ducharse por la mañana es imprescindible para despertarse y poder funcionar durante el día y quien dice que hacerlo por la noche le ayuda a dormir mejor y a relajarse.
Yo prefiero por la noche ¿Y vos?
https://www.infobae.com/salud/2024/06/27/hay-que-banarse-todo-los-dias-las-conclusiones-de-un-estudio-en-harvard/
https://psicologiamentesalud.com/el-poder-terapeutico-del-bano-como-el-cuidado-personal-puede-mejorar-nuestra-salud-mental/