El matrimonio en sí mismo es una tradición, por lo que es normal que se componga de varios rituales comunes a muchos países. Sin embargo, ¿Alguna vez te has planteado de dónde vienen y qué significan exactamente?
Según la tradición, el hombre es quien debe arrodillarse para pedir matrimonio. Es un gesto que demuestra que está dispuesto a entregarse a los deseos y necesidades de su pareja
Los anillos de pedida o compromiso con diamantes se popularizaron gracias a los sicilianos, quienes creían que esta piedra preciosa se forjaba en los fuegos del amor. La idea de colocarlo en el dedo anular viene de la antigua Grecia. Por aquel entonces se creía que a este dedo lo recorría la vena del amor, la cual iba directa al corazón.
La liga se consideraba un símbolo de amor muy valioso con propiedades mágicas y se lo asociaba a la fertilidad. El hombre intentaba arrancársela a la mujer y colocársela en el sombrero para atraer la buena suerte
Esta tradición viene de la antigua Roma, donde las jóvenes vírgenes portaban espigas de trigo, un símbolo de buena fortuna para los recién casados
Esta tradición viene de una antigua celebración que solía tener lugar la noche anterior a la boda. Los vecinos salían a la calle golpeando cazuelas y sartenes para hacer el mayor ruido posible y así espantar a los espíritus malignos
En los tiempos de la aristocracia europea del siglo XVI, los recién casados regalaban unas pequeñas cajas de cristal, porcelana y piedras preciosas llenas de dulces o terrones de azúcar a sus invitados
Antiguamente, el cura solía darle un "beso de paz" al novio, quien luego se lo daba a la novia. Era una forma de bendecir el matrimonio dentro de la iglesia.
En la antigua Roma, las damas de honor servían para distraer y confundir a los espíritus malignos que intentasen hacer daño a la novia.
El almohadón simboliza la promesa de que los sueños se hacen realidad. El niño que lo lleva suele representar la inocencia, el futuro y los nuevos comienzos.
En la era victoriana, las novias solían llevar un ramo de ajo, eneldo, trigo y hiedra. Se creía que su fuerte olor ayudaba a mantener alejados a los espíritus malignos. También se lo veía como un símbolo de fertilidad.
Tocar las campanas durante y después de la boda es una tradición procedente de la superstición irlandesa de que el sonido de las campanas asusta a los espíritus malignos y garantiza la felicidad de los recién casados.
Originalmente, el deber del padrino era evitar que la novia huyese. A veces, incluso se le pedía que la secuestrase. Menos mal que hoy en día ya no es así.
El velo de la novia se remonta a la Antigüedad y tenía un doble propósito: representar la modestia y la virginidad de la novia y ocultarla de los espíritus malignos.
Históricamente, el anillo de la novia era un signo de propiedad. Para los romanos, griegos y judíos, los anillos servían como fianza para el padre de la novia por entregar a su hija en matrimonio.
Lo viejo simboliza la continuidad. Lo nuevo, el optimismo por el futuro. Lo prestado, la felicidad compartida. Y, por último, el detalle azul representa la pureza, el amor y la fidelidad.
Lanzar confites no solo es divertido, sino que se considera un gesto de buena suerte. La tradición tiene su origen en Italia y se cree que otorga prosperidad y fertilidad a los novios.
Antiguamente, los reyes y las reinas solían dar comienzo a las grandes celebraciones con un baile. Esta tradición ha llegado hasta nuestros días en forma de baile nupcial.
La creencia de que ver a la novia antes de la boda trae mala suerte viene de la época en la que se celebraban matrimonios concertados. Por aquel entonces, se creía que si los novios se veían antes del gran día, tendrían tiempo suficiente para cancelar la boda.
Antiguamente, cuando los matrimonios concertados estaban a la orden del día, las novias servían como moneda de cambio para saldar deudas o zanjar desacuerdos con las tribus vecinas, así como para mejorar el estatus del padre al entregar a su hija a una familia más adinerada.
Hoy en día ya no es una práctica muy común por motivos de seguridad, pero lanzar arroz a los novios era una forma de atraer la fortuna, la prosperidad y la fertilidad
El origen de las listas de regalos se remonta a 1924, concretamente a los grandes almacenes de Marshall Field's en Chicago. Se trataba de una forma de permitir a los novios escoger la plata y la porcelana para su día especial.
Lanzar el ramo tiene un origen similar al de lanzar la liga. Antiguamente, los invitados comenzaban a rasgar el vestido de la novia, por lo que esta lanzaba el ramo como distracción para huir. Hoy en día sirve como símbolo para repartir buena suerte entre las mujeres solteras.
En la Edad Media, las bodas solían anunciarse a voces, ya que solo los aristócratas podían permitirse enviar invitaciones por escrito. Con la llegada de la imprenta, esto se volvió mucho más accesible.
Antiguamente, la luna de miel era una forma que el marido tenía de esconder a su mujer durante un mes para que la tribu de esta no la pudiese encontrar. Básicamente, se trataba de un secuestro.
Actualmente, se aplican solo algunas antiguas tradiciones de casamiento, aunque con adaptaciones modernas, reflejando así la evolución de las costumbres a lo largo del tiempo.
A mi me sobran los dedos de las manos si pienso cuáles se me cumplieron. ¿Y a vos? A lo mejor ninguna, pero lo importante es que mucho o poco hayas o estén disfrutado en pareja.
Conoces estas tradiciones nupciales, ¿pero sabes qué significan? (msn.com)