El feísmo está de moda

Oscar Wilde dijo que la moda en sí era una expresión de lo feo tan intolerable que por eso había que cambiarla cada seis meses.

Hoy el feísmo o ugly chic inunda las pasarelas y las calles neoyorquinas ¿cómo puede ser que eso sea considerado moda?

 Los diseñadores desde las pasarelas, impulsan este look. Topshop, la gran marca de fastfashion británica, este verano sacó a la venta mommyjeans con "ventanas" rectangulares recortadas para dejar ver las rodillas a través de parches de plástico. Eso sí, para quien quiere incorporarse a este estilo: hay que lucir feo, pero en la justa medida.

Infaltables para lucir este look:

  Las Teva son consideradas uno de los pilares fundamentales para este look.

 Los infaltables mom jeans, de denim sin stretch y tiro alto para dar el look de madre de la América profunda sin tiempo para arreglarse

de ser posible con un cierre aquí

y una ventana por allí

 Una riñonera estilo turista desorientado (pero de Gucci, de su colección crucero 2018).

"Instagram ha provisto de la plataforma perfecta para compartir imágenes, pero dada la sobresaturación de éstas y el trastorno de déficit de atención de la gente recorriendo los medios sociales, un look fuerte y audaz es de lo poco que puede hoy hacer que alguien se detenga en una foto. Permite llamar la atención cuando ya nada llama la atención", dijo a The Hollywood Reporter Vanessa Flaherty, de Digital Brand Architects, agencia que representa a algunos de los influencers más conocidos de los medios sociales.

Estas son algunas de las modas más mortíferas de la historia:

 El corsé

 Dio origen al "pecho jadeante" victoriano "provocando indigestión, constipación, mareos frecuentes por dificultades al respirar e incluso hemorragias internas".
Agrega que "otros órganos internos quedaban expuestos a daños, al tener que modificar su posición natural para amoldarse a la nueva forma ósea.

El miriñaque:

Durante el siglo XIX, en el momento cumbre de su popularidad, ocurrieron varios sonados casos de muertes ocasionadas por faldas incendiadas.
 Oscar Wilde perdió dos hermanas (por parte de padre) abrasadas a causa de sus enormes faldas. Emily y Mary fueron invitadas a un baile. La falda de una de ellas se incendió a causa de la crinolina mientras bailaba el último vals. El fuego alcanzó el vestido de su hermana, que se había acercado para intentar ayudarla
En 1858 hizo que The New York Times proclamara que "un promedio de tres muertes por semana debido a miriñaques incendiados debería alarmar a las más inconscientes del sexo privilegiado".

Sombreros

La intoxicación con mercurio constituía un riesgo laboral para los fabricantes de sombreros en los siglos XVIII y XIX.
El mercurio era utilizado en la producción de fieltros y la prolongada exposición al elemento químico llevó a lo que fue llamada "la Enfermedad del Sombrerero Loco".
Entre los síntomas se incluían temblores, timidez patológica e irritabilidad, lo cual puso en duda la versión de que el excéntrico personaje de Carroll padeciera el mal.

Pies de loto:

Un doloroso estereotipo de belleza que deformó los pies

Los conceptos de belleza cambian con el tiempo, a veces muy rápidamente, otros se mantienen y pueden arraigarse con fuerza a la cultura de un país. Eso es lo que sucedió en China con la obsesión de los pies pequeños, también conocidos como “pies de medialuna” o “pies de loto”. Las mujeres tuvieron que sufrir dolores inimaginables para complacer la mirada de los hombres o para sentirse más dignas y hermosas a ellas mismas. Mediante calzados intervenidos, a las niñas se les iban moldeando los pies según la forma que se les quisiera dar, éstos debían ser siempre pequeños; también la tendencia era que la punta fuera afilada, lo que provocaba que los dedos se enroscaran hacia la planta

Supuestamente inspirado por una bailarina de la corte que actuaba para el Emperador en el siglo X, la costumbre china de vendar los pies fue prohibida oficialmente en 1912.
Sin embargo, la práctica continuó haciéndose secretamente como medio de conseguir estatus social, revelando que una mujer no necesitaba sus pies para trabajar.

En fin...es la tiranía de la moda, cuyos caprichos algunos la sufren gustosamente con tal de estar al día.

 ¡Quién no la ha padecido!

Y es que hay aún muchas víctimas de la moda en el siglo XXI. Aunque ya no tenemos ni corsés ni miriñaques, ahora hay personas que se quitan costillas para tener cinturas más pequeñas

http://www.lanacion.com.ar/2048051-el-feismo-la-moda-cool-para-marcar-diferencias-en-la-calle-y-en-instagram