La contaminación con plásticos de la tierra, el agua y el aire es un problema a nivel global. Incluso cuando las bolsas de plástico o las botellas de agua se fragmentan y dejan de ser visibles para el ojo humano, las pequeñas partículas siguen contaminando el medioambiente.
Hasta el momento se conocía su existencia en los animales, que ingieren las partículas al alimentarse, beber o respirar. Del mismo modo, se consideraba factible que llegaran a los seres humanos, aunque no había demasiada evidencia científica al respecto. Un nuevo estudio es uno de los primeros en examinar micro y nanoplásticos en órganos y tejidos humanos.
Los microplásticos, partículas de plástico con un tamaño inferior a 5 milímetros de diámetro, están cada vez más presentes en multitud de lugares de la Tierra. Más allá de los mares y océanos, donde su concentración es cada vez mayor, se han detectado en diversos ecosistemas terrestres, incluso en aquellos remotos como parques nacionales.
Alimentos y bebidas. El microplástico en los océanos (se calcula que hay hasta 51 billones de partículas microplásticas en los mares) puede ser ingerido por animales marinos, el plástico se acumula y puede terminar en humanos a través de la cadena alimentaria. La ingesta de agua contaminada con microplásticos es la principal ruta de exposición para varias especies marinas. También se han encontrado microplásticos en bebidas como la cerveza y el agua del grifo y alimentos como la miel.
Césped artificial. Se calcula que los campos de césped artificial constituyen una fuente importante de microplásticos para el medio ambiente, en concreto, entre 18.000 y 72.000 toneladas al año, según un estudio de la Comisión Europea. Se trata, en este caso, y como admiten los expertos, de microplásticos que se agregan intencionadamente.
Cosméticos y pastas dentales. Cremas, champús, exfoliantes, cremas para quemaduras solares, maquillaje y productos de higiene que incluyen en sus ingredientes el polietileno, con una alta probabilidad, contienen microplásticos para aumentar su efecto abrasivo. Los cosméticos también pueden contener plástico en forma de gel, como tereflalato de polietileno (PET) o metacrilato de polimetilo (PMMA). Las toallitas húmedas, para bebés, desmaquillantes… están hechas de poliéster, polietileno y polipropileno.
Utensilios de cocina. Cucharas de plástico, tenedores, cuchillos, tazas, pajitas, tapas de botellas, bolsas de plástico, etc., pueden liberar microplásticos al degradarse.
Bolsitas de té. Algunas bolsas de té contienen una especie de esqueleto de polipropileno. Este esqueleto se rompe en pedazos pequeños cuando el papel se descompone en el compost o la tierra.
Textiles. La mayoría de los microplásticos que se encuentran en el aire interior proceden de fibras de plástico liberadas de la ropa sintética y los textiles usados en el hogar. Los materiales sintéticos como el acrílico, el nylon y el poliéster representan un 60% de la producción textil mundial. Cuando este tipo de textil se lava, las fibras microplásticas se liberan y terminan en las aguas residuales debido a la falta de una buena filtración. Lavar una chaqueta de lana, por ejemplo, libera hasta 250.000 fibras microplásticas en las aguas residuales, según un estudio realizado por expertos de la Universidad de California.
Neumáticos. Están hechos de caucho y en un 60% de plástico (estireno butadieno). La fricción, la presión y el calor que se producen al conducir desgastan los neumáticos hasta llegar a producir polvo de plástico que, según la OMS, puede contribuir a la mala calidad del aire.
Pelotas de tenis. La capa externa está hecha de tereftalato de polietileno (PET), el mismo material que se usa para hacer botellas de leche de plástico. Este plástico, igual que ocurre con los neumáticos, se desgasta con el uso y se convierte en polvo.
Colillas de cigarrillos. Los filtros de los cigarrillos o, dicho de otra manera, las colillas, están hechas de un plástico llamado acetato de celulosa, que se erosionan en pedazos de plástico cada vez más pequeños, en forma de microplásticos. Pero es que cuando se tira una colilla en el suelo no solo se arroja al medio ambiente este plástico, sino también la nicotina, los metales pesados y otros productos químicos.
En el aire. Sorprenden estudios como el realizado por expertos de Ecolab, en la Escuela de Ciencias Agrícolas y de la Vida, en Toulose, y publicado en Nature, según el cual, en una zona de los Pirineos del sur de Francia, se ha registrado una tasa diaria de 365 partículas microplásticas por metro cuadrado que caen del cielo. Los expertos, que hablan de los microplásticos como una nueva forma de contaminación atmosférica, han encontrado que más del 50% de los microplásticos encontrados son fragmentos de menos de 25 micras de tamaño (el cabello humano es de entre 50 y 70 micras)
Diferentes experimentos, tanto in vitro como en animales acuáticos y roedores, han observado la migración de microplásticos de un tamaño inferior a 10 micrómetros desde el estómago hasta los sistemas circulatorio y linfático, lo que provocaba una exposición sistémica y una acumulación en diferentes tejidos como el cerebro, los riñones o el hígado. En cualquier caso existen grandes incógnitas sobre la absorción, distribución, metabolismo y excreción de los microplásticos y si los efectos de estos dependen de la dosis
Los micropásticos pueden persistir en el medio ambiente durante siglos y se estima que una persona puede ingerir y respirar alrededor de 100.000 partículas de microplásticos al cabo de un año, el objetivo de los investigadores “no es ser alarmistas”, pero que es necesario prestarle atención a esta acumulación de plásticos en los organismos humanos porque “no conocemos los posibles efectos sobre la salud”.
¿Se te ocurre alguna solución a este problema que afecta a todo el planeta Tierra?
El plástico no sería un problema para el medioambiente si se gestiona y usa de la forma correcta. Con un uso concienciado puede ser una opción sostenible y ecológica. Es importante que los consumidores hagamos un uso más responsable de este material, a través de la buena gestión de residuos y el reciclaje de productos.
Creo que no podremos desprendernos de este material hasta que no se invente uno mejor.
https://www.eldiario.es/consumoclaro/cuidarse/fuentes-microplasticos-pueden-ignoras-totalmente_1_1255771.html