Mis amigos son

miércoles, 9 de abril de 2025

¿Qué tienen en común un bolígrafo y un envase roll-on?

 En el Antiguo Egipto, los escribas utilizaban cañas (conocidas como calamus en latín) para escribir en papiros. Estas cañas se cortaban en ángulo en uno de sus extremos y se afilaban para formar una punta, similar a las plumas estilográficas modernas. Al mojar la punta en tinta, los escribas podían escribir en las hojas de papiro con bastante precisión.

El oficio de escriba consistía en dibujar los famosos jeroglíficos en distintos documentos, en especial en papiros. Al ser necesario el dominio de la lectura y la escritura, el escriba ocupaba un puesto importante y era la envidia de la sociedad egipcia. La preparación de las hojas de papiro exigía una gran habilidad. Por lo general, se utilizaban dos pigmentos: el negro, a base de carbón, para el texto, y el rojo, obtenido a partir de óxidos de hierro, para los títulos de los capítulos. El escriba mojaba el cálamo, un tallo de caña finamente tallado, en un pequeño recipiente lleno de agua en el que disolvía la tinta, que se utilizaba de inmediato. Los cálamos y las pastillas de tinta de reserva se guardaban en una paleta de madera o, en los casos más lujosos, de marfil. Una vez terminado el trabajo, el escriba ponía su sello.

Pasaron años hasta que no fue necesario ir a buscar cañas a orillas del Nilo

Apareció la pluma de metal, la tinta y el tintero
Cuántos manteles habremos arruinado!

En mi época de estudiante usaba




                                   

                                               
Tintero. Estaban en los pupitres de todas las aulas

 Llegó 1943. Las madres muy contentas porque ese año comenzó a venderse la birome ! 
Y también chau a las manchas en las manos, los cuadernos...la ropa!...
Díganme quién no hizo un agujero en la hoja del cuaderno al querer borrar un manchón de tinta!

 Pero...unos años antes había un problema que no fue fácil resolver ¿Cómo hacer para que la tinta no se empastara al pasar a la pluma?. Ladislao Biro encontró la solución al ver  jugar a unos niños con las bolitas (canicas). Cuando se mojaban, dejaban al correr una estela de líquido. Así nació la birome que se la pudo comprar en las librerías en la década del ‘40. Su inventor fue Ladislao Biro, un húngaro nacionalizado argentino, que la patentó en Buenos Aires en 1943. Desde entonces no dejó de perfeccionarse, hasta llegar a los modelos actuales.


Esta fue la clave del éxito de la birome: una bolita colocada entre el contenido y el aplicador.



Pasó el tiempo. …Ya contábamos con lapicera estilográfica, un regalo practiquísimo para la época. No había que mojar la pluma en el tintero sino que la tinta venía en cartuchos que se incorporaban a ella.

A propósito, si aún tienes alguna  (tengo2) te dejo un video sobre cómo cargar los cartuchos


¡Haberlo sabido antes!

Espero que te sirva el video si es que aún tienes alguna.


Aquí  está la respuesta al título de esta entrada


Eso sí!... No te confundas, no vayas a usar el envase del perfume o del desodorante para escribir! 


Gracias por pasar por mi espacio el cual está hecho pensando en vos

Gracias por pasar por mi espacio el cual está hecho pensando en vos