Eternamente jóvenes y descomprometidos. También divertidos, seductores, simpáticos y siempre listos para animar fiestas. Pero generan sufrimiento en la vida de pareja porque no pueden armar un proyecto compartido, rechazan cualquier sacrificio y no tienen autocrítica. Son características que describen a hombres –y también a mujeres, aunque en menor proporción– que sufren el llamado síndrome “Peter Pan”.
El término fue creado en 1983 por el psicólogo Dan Kiley y reúne las condiciones del personaje aniñado del cuento infantil del escritor escocés James M. Barrie. “Peter Pan” no quiere crecer y disfruta permanentemente las aventuras increíbles en el “País del Nunca Jamás”, habitado por él y la pandilla de los “Niños Perdidos”. Especialistas de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) consultados por Clarín explican que este personaje admite reflexiones acerca de los procesos de desarrollo y madurez del ser humano.
Las mujeres y hombres “Peter Pan” idealizan la juventud, tienen dificultades para crecer y renunciar a ser hijos para ejercer la función de padres. Se niegan a envejecer: su comportamiento sigue siendo como el de un adolescente. Pueden llegar a la adultez, tener 30, 40, 60 años y más, pero no alcanzan la madurez. Son rebeldes, narcisistas, dependientes y manipuladores; también inseguros y padecen la soledad. Cambian de pareja continuamente y suelen presentar disfunciones sexuales: en general poca actividad sexual y una tendencia a tener una relación amorosa sin erotismo. Además conforman un sector de consumo importante: los hombres mueren por las consolas de juegos, por ejemplo; y las mujeres por la ropa, los tatuajes, los tratamientos rejuvenecedores.
La psicóloga Mónica Cruppi, investigadora de temas de pareja y familia, apunta que según estudios de mercado realizados en EE.UU. los televidentes de entre 18 y 39 años ven el canal de dibujos animados Cartoon Network y son la clientela cautiva de las consolas de videojuegos. “Algunos niños se visten, hablan y actúan como si tuvieran 14, los que han pasado los 28 también. El auge de las industrias de la estética han modelado un adulto que cada vez se parece más a un adolescente. Como dice una corriente psicológica ‘No sólo llevan el niño adentro sino también por fuera’”.
Las necesidades del hombre “Peter Pan” están en primer lugar y suelen ser satisfechas por otra persona. Su núcleo social está formado por gente más joven. Y necesitan mucho afecto. Suelen sufrir crisis de angustia y ansiedad y estados depresivos pasajeros. Los expertos agregan que estos eternos adolescentes esconden un entramado inconsciente intrincado, de angustias, viejos temores y culpas que le impiden asumir responsabilidades adultas.
En el relato del cuento del niño eterno también aparece otro síndrome, el de “Wendy”, que se complementa con el de “Peter Pan”, y que define a las mujeres que actúan como madres de este tipo de hombres. “Hacen todo para evitar el rechazo afectivo de su pareja; tienen la necesidad de ser aceptadas. Sus conductas llevan implícitas un complejo de inferioridad que las lleva a perdonar y a justificar todo, aunque sufran y no les guste”, describe la psicóloga Adriana Guraieb.
“Las Wendys son las mamás que todo lo bancan, entienden, miman y protegen a los hombres que no quieren crecer. En definitiva, logran controlar la vida de la pareja”
Un ejemplo de este "Trastorno Psicológico" podría ser el cantante Michael Jackson que empezó a trabajar a los cinco años en el ámbito de la música debido a la explotación de su padre Joseph Jackson. A los diecinueve años serían ya llamativos sus rasgos de inmadurez, narcisismo y dependencia, con una afición "desmedida" a las películas de Disney. También se identificó con el personaje que más lo describía, Peter Pan. A Michael le fue diagnosticado este síndrome; muchas personas, al describirlo, daban en decir que "Era un niño en el cuerpo de un hombre grande". Sin embargo, en casos como éste, fuera del mundo académico hay quien se atreve a decir que sería incorrecto tachar de "enferma" a una persona que se identifica tanto con la parte supuestamente más "pura" de su personalidad. Si bien podemos entender que para algunas culturas el mantener la ignorancia de la niñez, la inocencia, la percepción de la realidad que nos rodea con los ojos de un niño es fundamental para alcanzar la realización personal. Desde este punto de vista sería erróneo identificar tal "pureza" con una enfermedad psicológica. A finales de los años ochenta, Michael Jackson adquirió un rancho que bautizó como "Neverland Valley Ranch", en alusión a Neverland, la tierra de Nunca Jamás; dicho rancho cuenta con un parque de diversiones inspirado en Disneylandia.
http://www.clarin.com/sociedad/sindrome-Peter-Pan-hombres-crecer_0_541146051.html
Conozco algún caso así y no me gustan. Feliz día
ResponderEliminarDebe ser difícil convivir con estas personas. Besos
ResponderEliminarEs nuestra sociedad la que genera este tipo de inmadurez en algunos?. Es acaso un problema de educación? El hecho de que los niños crezcan con la ley del minimo esfuerzo y que no escuchen nunca un no influye?
ResponderEliminarCONOZCO CASOS .....
ResponderEliminarLAS MADRES TENEMOS QUE ENTENDER QUE UN NIÑO
SERA ADULTO Y TIENE QUE APRENDER A HACER MUCHAS COSAS SOLO,Y ESO ES LO BUENO.
PODER VIVIR.
NO ESTAR TRATANDO A LOS 18 AÑOS COMO BEBE Y PARTIRLE LA COMIDA....SI.
ES UNA PENA PERO NO SIEMPRE ES EL NIÑO EL QUE TIENE MIEDOS....
ES LA MAMA QUE NO LO DEJA HACERSE GRANDE.
SALUDITOS
Muy interesante tu reportaje es triste ver personajes asi tan pegados a una eterna niñez que lo único que aporta a la sociedad es el no saber vivir las etapas de la vida en sus diferentes fases..el miedo a perder la juventud !!!!!te agradezco nos hayas dado la posibilidad de reflexión sobre un tema tan importante como madurar
ResponderEliminaren las diferentes etapas que pasamos saboreando sus diferentes características, gracias, amiga
un fuerte abrazo de Begoña
Que difícl convivir con alguien síndrome P.P.
ResponderEliminarEs todo un tema, conozco algunas personas con este problema, quizá no tan desarrollado, pero resulta muy complejo.
ResponderEliminarBesos.
Cada vez abunda más debe ser culpa de la sociedad hedonista que tenemos.
ResponderEliminarSin dudas una problemática cada vez mas vista, ultimamente estoy escuchando varios casos de parejas que terminan por la imposibilidad de tener proyectos porque alguno de los integrantes sin dudas tiene este sindrome.
ResponderEliminarbeso!
Hay unaq invasión de PP
ResponderEliminarY son insoportables!
Muy bueno el post
Besos
Tuve un compañero que, a mi entender, lo tenía y no quería responsabilidades.
ResponderEliminarEn lo personal no es culpa de ellos sino de los padres que en tiempo y forma no les dejaron enfrenar la vida como se debe.
ResponderEliminarSi hubieran trabajado desde adolescentes se les irian las pavadas de ser mantenidos.
Cariños
PD Gracias Norma por tus palabras tan queridas en mis primeros 70!!!!!!
Qué sufrimiento tan grande tienen, se niegan a crecer. Se necesita de mucha paciencia, fortaleza y amor para estar al lado de una persona así.
ResponderEliminarBesos!
En mi opinión, es bastante sano que seamos capaces de conservar parte de nuestra "niñez" y que ante determinadas cosas disfrutemos como eso, como niños, sin ningún tipo de inhibiciones.
ResponderEliminarSin embargo, confieso que no soporto a los eternos adolescentes, me resulta muy patético ver a hombres y mujeres como "castillos" (como dice mi madre), que actúan de manera irresponsable.
Ahora, lo del síndrome de Wendy, buf, puede ser tan peligroso para la propia "Wendy"...
Besitos
Tiene que ser terrible no madurar y no ser nunca consciente de las responsabilidades.
ResponderEliminar¡Buen post!
Besos
Norma la verdad es que cada vez esta más extendido ese síndrome...creo que en el fondo subyace el miedo a envejecer...y la verdad es que es patético que personas adultas se comporten como niños...cero que todos nos queda algo del niño que fuimos...pero solo para algún momento...uno tiene que vivir de acuerdo con la edad que tiene...al menos ese es mi punto de vista...
ResponderEliminarun abrazo
creo que el que sufría de síndrome de peter pan en los ochentas es un niño de pecho comparado con los fanáticos de la tecnología actual que no paran de estar enganchados al móvil, tablet o internet durante casi todo el día prescindiendo de cualquier contacto con personas reales en sus vidas.
ResponderEliminarbesos.