“Un perro es el único ser en la Tierra que te amará más de lo que tu te amas a ti mismo”. En Mar del Plata existe una prueba irrefutable de amor incondicional, de entrega, de ternura y respeto: los que la perrita Afri.K despliega cada día desde La Bristol hasta el Torreón, desde la Plaza Colón a la Plaza del Agua, en los alrededores del Paseo Aldrey y en cada rincón por donde se pasea.
Afri-K fue adoptada hace cuatro años y es cuidada con mucho amor, pero nada ha modificado su espíritu de callejera “por derecho propio”. Es ella quien le marca a Walter, quién se hizo cargo de ella, el recorrido de cada paseo diario. “Yo no la llevo de paseo, ella me lleva a mi. Ella marca el rumbo” reconoció.
Así, su compañero descubrió en cada salida que la perra acude a los comercios de distintas zonas para visitar a quienes la conocieron en sus años de mascota sin dueño porque, ha comprobado, quizás por su carácter, en ese tiempo de desazón ha tenido quién la cuide.
Los guardavidas la esperan. Ella va de caseta en caseta, como recordando que ellos, eran sus amigos en los tiempos en que al caer la tarde, se refugiaba en una playa ya solitaria, en la cual buscaba sustento mientras correteaba detrás de las gaviotas.
En numerosos comercios también la reciben con cariño. Y le cuentan a Walter anécdotas, experiencias que han vivido con ella. “Ella es muy respetuosa, asoma y espera la invitación para acercarse a las personas que recuerda. Y es impresionante, cuando la ven, enseguida la saludan, la acarician” relata.
“Yo soy un amigo más, con quien comparte una especie de cucha grande. Ella está agradecida, pero cada día regresa a los sitios y a las personas que le dieron afecto, devolviéndoselo con creces”, cuenta su ¿dueño? Y agrega: “es amiga de todos, entrega su carisma a todos. Taxistas, comerciantes, cuida coches, vecinos. Todos la conocen, la saludan y hasta se sacan fotos con ella”.
Además, Walter contó que “en el barrio hay un niño, de 10 años, que le tenía mucho miedo a los perros. Cada ves que veía a uno se alejaba. Afri-K fue la primrera perra a la que se animó a acariciar. Luego de esa experiencia, quiso adoptar un cachorro y le puso de nombre Africa”.
Su “filosofía de la libertad” fue ganar la suya sin atar a otros. “Afri-K es libre, como la canción de Alberto Cortéz. Es de todos, nadie condiciona su razón de ser. Libre como el viento es esta perra querida por todos, libre y de la calle que la vio nacer. Callejera con el sol a cuestas, sin horarios para hacer la siesta, ni rendirle cuentas al amanecer”.
Afortunadamente, a diferencia de la canción, la historia de Afri-K ha tenido un final feliz.
https://www.lacapitalmdp.com/afri-k-la-mascota-de-mar-del-plata/
Qué linda historia la de Afri-K.
ResponderEliminarque bonita entrada la de hoy
ResponderEliminarBsos
Los perros han sido los primeros animales que el hombre ha domesticado, ellos responden a esa domesticación.
ResponderEliminarSaludos
Que historia tan bonita, amo a los perros y esta historia cautiva.
ResponderEliminarBesos
Hola , querida amiga, la historia es preciosa y verdadera. Yo tengo tres perros en casa, son nuestros amigos, nuestros niños, nuestros amores. No sé si la gente me entiende pero me da igual. Ellos nos dan todo su amor incondicional, y con cada mirada nos cautivan. Es la mirada del amor verdadero. Mil besos!!!
ResponderEliminarEs evidente que quién no ha tenido un animal, mascota no sabe lo que es el cariño incondicional. Vertemos en ellos muchas de nuestras emociones😀
ResponderEliminarHola! Muchas gracias por visitar mi blog y aquí me tienes a la vuelta muy feliz de conocer el tuyo, bueno, me detuve primero en el otro y leí la historia de las panquecas, muy interesante por cierto.
ResponderEliminarMuy linda esta historia de esta perrita, los animalitos son un gran regalo de Dios para nuestra existencia, por suerte ella ha tenido quien la cuide y es agradecida.
Un abrazo, volveré a visitarte ;)