El fuego puede producir destrucción y daño, pérdida de vidas humanas, daño a bosques, animales e incluso cosechas. Sin embargo, el fuego también es nuestro amigo y es uno de los pilares por el cual es ser humano se desarrolló y llegó al nivel actual de civilización. Fue descubierto hace unos 1,4 millones de años. Se piensa que los primeros acercamientos al fuego fue de forma natural, por relámpagos, incendios y volcanes. pero no siempre contaba con estos medios.
El problema era cómo cómo llevar el fuego de un lugar a otro. Primero, cuando no sabían cómo encenderlo, era fundamental transportarlo, ya que no siempre aparecían las circunstancias necesarias para conseguirlo. Después, aunque aprendieron cómo encenderlo, tampoco era muy sencillo.
Se supone que la forma de llevarlo de un sitio a otro era usando antorchas encendidas. Dado que eran nómadas, cuando llegaban a un nuevo asentamiento utilizaban dichas antorchas para encender una nueva hoguera.
Desde ahí, ha sido vital para nuestra existencia ya que le brindó protección, calor y luz. Además este paso fue muy importantes para el desarrollo de la especie. Primero, los alimentos que podían consumir se multiplicaron y, además, se conservaban durante más tiempo. Favoreció la digestión de la carne y los vegetales. Los expertos señalan que la esperanza de vida llegó a duplicarse simplemente gracias a esto
Pasaron muchos, muchos años y en 1826, el químico británico John Walker observó que mientras trabajaba en su laboratorio raspó accidentalmente un palo recubierto de una mezcla química contra la chimenea, provocando una llama inesperada.
Intrigado, perfeccionó la composición y el mecanismo, dando origen a las primeras cerillas modernas, conocidas como Friction Lights, las cuales se encendían al frotar el extremo químico contra papel de lija, evolucionaron con el tiempo hasta convertirse en un elemento esencial para encender fuego de forma segura y práctica.
Como invento supuso un gran avance para la humanidad ya que gracias a él fue posible obtener fuego instantáneamente. Sin embargo, ¿Por qué se le llama fósforo?
Fósforo, el dios que dio nombre a las cerillas, ¿Conoces el mito?
Eosphoros , Heosphoros o Fósforo es en la mitología griega la personificación de la «estrella de la mañana», es decir, el planeta Venus. Los antiguos griegos al mirar el cielo matutino descubrieron una estrella y la llamaron Fósforo que significa «portador de la luz». Al atardecer veían aparecer otra estrella y en un primer momento pensaron que era diferente de la estrella matutina y la llamaron Héspero o Vésperos que significa «estrella del atardecer». Cuando los antiguos griegos fueron capaces de discernir que ambos eran la misma estrella (en realidad el planeta Venus) no cambiaron sus mitos y ambos dioses siguieron personificando a la estrella matutina y la vespertina
La luz de un fósforo inspiró al poeta Enrique Cadícamo a escribir la letra de un tango que evoca emociones profundas, reflexiona sobre el paso del tiempo y las ilusiones perdidas

Un tango que tiene poesía y te invito a escuchar
Nos encontramos, tú y yo,
y a conversar
nos detuvimos.
Un algo raro tenías
cuando callabas,
cuando reías...
La esgrima sentimental
al fin surgió
la tarde aquella.
Después... ¡qué poco quedó!
El viento todo lo llevó...
La luz de un fósforo fue
nuestro amor pasajero.
Duró tan poco... lo sé...
como el fulgor
que da un lucero...
La luz de un fósforo fue,
nada más,
nuestro idilio.
Otra ilusión que se va
del corazón
y que no vuelve más.
En todo, siempre el color
es del cristal
con que se mira.
De rosa, yo te veía,
cuando callabas,
cuando reías.
Después, con otro cristal,
cambió el color
y ya no eras...
La vida es toda ilusión
y un prisma es el corazón.
Así bailaban nuestros padres y no como se lo muestra hoy en el exterior.
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