La naturaleza ha inspirado soluciones innovadoras. En 1941, el ingeniero e inventor suizo George de Mestral estaba intrigado por las espinas de los cardos que se adherían al pelaje de su perro cuando pasaban junto a estas plantas únicas, en una caminata de rutina.
Reconociendo el potencial de la capacidad única de sujeción de los cardos, gracias a los cientos de “ganchos” microscópicos que poseen, de Mestral trabajó incansablemente para desarrollar un proceso para igualar la sujeción de las semillas de cardos a fibras textiles y así creó lo que ahora llamamos sistemas de sujeción a base de gancho y felpa.
Le resultó difícil desarrollar un tejido que simulara tales extensiones en forma de gancho, pero de Mestral estaba decidido a lograrlo. Durante sus experimentos con varios tejidos en Lyon, Francia, se topó con un hilo de nailon. Este material contaba con las propiedades indicadas (duración y «memoria») para ofrecer la combinación necesaria de dureza y durabilidad a su sistema de cierre revolucionario.
Mientras que el tejido que replicaba la “felpa” se podía fabricar con relativa facilidad, el tejido del gancho no se pudo crear tan rápidamente. De Mestral finalmente inventó un dispositivo, basado en las rasuradoras que se usan en las barberías, que podía cortar de manera exacta los bucles que eran fáciles de hacer y convertirlos en ganchos.
De Mestral nombró a su compañía como Compañías Velcro, un acrónimo de los términos franceses «velours» (terciopelo) y «crochet» (gancho)
La NASA aprovechó la durabilidad, fiabilidad, fuerza y versatilidad de los sujetadores marca VELCRO® para poder superar algunos de los retos de ingeniería que planteaba el viaje espacial, como condiciones ambientales extremas, la gravedad cero, la destreza limitada con los trajes espaciales y muchas otras incógnitas. Permitió diseñar los equipos que se usarían en el espacio exterior.ya que ran resistentes a la corrosión, duraderos y flexibles. Por ello, se pudieron emplear para ayudar a los astronautas en órbita y para fijar equipamiento esencial al exterior de las naves de la NASA.
Los sistemas a base de gancho y felpa cubrieron aproximadamente 2 metros cuadrados del interior y el exterior del Apolo 11 y los módulos lunares. Los usos que se le dieron, algunos de estos usos, los cuales fueron especificados por los propios astronautas de la misión, incluían:
Escudos térmicos
Instrumentos fijados a los trajes espaciales
Anclar los pies de los astronautas a las botas
Correas para reloj
Tubos de alimentación
Almacenamiento para equipos de respiración
Elementos en el interior de la nave espacial para mantener organizados y protegidos los instrumentos y las herramientas
Protección de los equipos de cámaras
Cintas al interior de los cascos para rascarse la nariz
Casi todos los componentes incluidos en la nave Apolo 11 presentaban este sistema de sujeción que permitían a los astronautas asegurar instrumentos (o incluso objetos cotidianos, como utensilios para escribir y bolsas de comida) para que no flotaran por la nave.
La naturaleza es una fuente inagotable de inspiración y creatividad en donde podemos encontrar nuevas ideas y perspectivas que puede llevar a un cambio positivo en la vida de las personas. ¡Cuidémosla!
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