Rubén Santurian, reciclador

El “estilo de vida americano” de los 60 proponía disminuir la calidad de los productos, con el fin de que tuvieran menor vida útil y fuera necesario reponerlos más asiduamente. El reverso de este fenómeno de consumo fue el aluvión de desechos que esto produjo. Tratando de encontrar un sentido a estos remanentes, Rubén Santurian se dedica a la creación artística con piezas de reciclaje, como un giro de conciencia sobre el espacio en el que vivimos. Hoy trabaja en una serie de obras llamada Trashformers -inspiradas en la película Transformers-, que acaba de presentar en el Robotics Day de Chile.

Estos androides hechos con porciones de tostadoras, celulares, entrañas de computadora, parlantes, equipos de audio, engranajes sueltos, leds, mallas metálicas, tubos y hasta ventiladores respaldan el concepto de transformar los despojos de una sociedad en algo bello.”En ocasiones desmantelo las fragmentos interiores y en otras, los adapto. Hice una robot que tenía un televisor en el pecho que se podía encender y otro que llevaba una computadora prendida como mochila. Tengo 25 listos y otros 5 en elaboración, esperando el sobrante que lo complete. Lo próximo será humanizar un coche”.

Nacido en Uruguay, criado en Argentina y hoy radicado en Florida, Estados Unidos, Santurian es arquitecto y desarrolla proyectos urbanísticos en Miami. “Me gusta el trabajo creativo y los desafíos que proponen los espacios. Desde que me fui en 2001 me dedico a la reconversión de edificios”. Su obra artística comenzó con el reciclado de puertas y bastidores para murales. “Cada materia perdida puede reciclarse, cada identidad perdida puede volver a dar vida”, apunta.

Durante 2014, en la Argentina cada habitante tiró 4 kilos de residuos electrónicos. En Estados Unidos, la cifra sube a 29,8 kilos. “En Miami, donde el poder adquisitivo es grande y la avanzada tecnológica muy imponente, te comprás un televisor nuevo y cuando lo encendés ya te parece viejo. Por eso, para mí es tan importante hallarle una función creativa a todo lo que se tira sin que todavía sea obsoleto” dice.

 

Desde que adoptó una estética de lo descartable se impuso una rutina bastante curiosa. “Una vez por semana está el día de la basura grande, así que aprovecho para salir a buscar partes que me faltan o cualquier objeto que me mueva la inspiración. Entre las cosas más curiosas que aparecieron recuerdo un par de jet ski, una moto pequeña y roller”, comenta.

 

Como entre los amigos y vecinos la afición de Santurian se hizo bastante popular “algunos me juntan en una caja todo aquello que no les sirve y me lo traen como un obsequio. Lejos de molestarme, me resulta algo muy motivador ya que me pone en la obligación de volver a darle una función a algo que había sido relegado”

Si querés conocer más trabajos de este creativo reciclador hacé clic acá

 http://www.diariodecultura.com.ar/tag/ruben-santurian/