Todos nos hemos planteado alguna vez la pregunta de si fue primero el huevo o la gallina y, aunque parece que la respuesta es muy sencilla, lo cierto es que no lo es tanto. Existen varias teorías al respecto, aunque hasta la fecha nadie ha sido capaz de dar una respuesta definitiva. Un estudio un estudio científico publicado en la revista «Science». realizado por expertos es el que ofrece la respuesta más acertada, de manera que podemos tomarla como referencia para acabar con el dilema de una vez por todas.
Mary Stoddard, de la Universidad de Princeton, una de las autoras del estudio, señala que su equipo comenzó a plantearse la razón por la que los huevos presentaban formas diferentes. La teoría tradicional indica que dependía en gran medida de dos factores: la localización del nido y el número de crías. Sin embargo, los investigadores revelaron que se debía a la habilidad que tenían para volar.
Una vez descubierto este hallazgo desconocido hasta ahora, los científicos siguieron investigando para saber más cosas sobre los diferentes misterios que existen en torno a estas aves, entre ellos el de si fue primero el huevo o la gallina. Pues bien, finalmente, tras muchos años de dudas y especulaciones, dieron con la respuesta.
Según explica Stoddard, primero fue el huevo. Un huevo especializado y con cáscara evolucionó con el paso del tiempo en algunos vertebrados mientras se adaptaban a la vida terrestre. Mucho más adelante, estos animales se transformaron en los primeros vertebrados del planeta Tierra, entre ellos las aves.
Por lo tanto, tomando como referencia la Teoría de la Evolución de Darwin, el huevo fue primero que la gallina. La gallina se formó dentro de un huevo de otra especie animal, por sorprendente que resulte. Esto explica cómo se dio la transición y evolución de especies.
Datos curiosos sobre las gallinas
Ahora que hemos desvelado el misterio, es el momento de conocer algunos de los datos más curiosos
La gallina más famosa de la historia es, sin lugar a dudas, la gallina Turuleca.
Generaciones de abuelos, padres, hijos y nietos han repetido como un mantra durante años la cuenta de cuántos huevos puso el ave en una sentada, como también su magra condición física debido a la falta de alimentación: patas de alambre, desplumada, con imagen de sardina enlatada. Un desastre.
Pero detrás de su historia doméstica -inmortalizada por Gaby, Fofó y Miliki-, existe una mucho más interesante que relaciona, no ya al personaje pero sí a la canción, con hechos históricos y trágicos del siglo XX especialmente relacionados con la Segunda Guerra Mundial. Hubo una vez en que aquellos diez huevos fueron bombas lanzadas desde aviones de combate y la melodía un cable a tierra en momentos en los que no había ganas de cantar ni de reír. La gallina más famosa del mundo no se crió en un corral, sino en una trinchera de posguerra donde no había chicos. Había soldados.
En 1971, el director español Basilio Martín Patino comienza el esbozo de lo que sería la película Canciones para después de una guerra, “un imaginativo proyecto que comenzamos con un equipo mínimo de cinco o seis amigos, a base de recopilar recortes de películas viejas, NO-DOs (el noticiero cinematográfico español), materiales de archivo, anuncios y otros materiales baratos, retirados de circulación por inservibles”.
La idea era hacer un repaso en formato de collage sobre la España de posguerra a partir de documentos audiovisuales. No había voz en off que oficiara de conector, el montaje de imágenes y canciones populares transmitirían los hechos, y la historia terminaría de armarse en la cabeza de los espectadores. En ese contexto, la gallinita sería una de las grandes protagonistas.
En uno de los momentos mejor logrados del film, suena el tema en su versión original, mientras la pantalla intercala personajes de historietas, a Hitler, a Mussolini, bombas cayendo de los aviones (que coinciden con aquello de “ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres), campos de exterminio, titulares de diarios y, en contraposición, partidos de fútbol, estrenos de cine o peleas de cotillón. Dos caras de una misma realidad, que convivían “armoniosamente”
¿Yo no conocía esta historia y vos?
https://okdiario.com/curiosidades/ciencia-responde-si-fue-primero-huevo-o-gallina-6104497
https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/musica/la-increible-historia-de-la-gallina-turuleca-nacio-en-la-posguerra-musicalizo-imagenes-de-hitler-y-nid12072022/
En Granada (España) tenemos una gallina superfamosa es la "gallina Turuleca" que tiene su canción y todos los años, al menos hasta este último, era la que cerraba el desfile de los Reyes Magos en una carroza.
ResponderEliminarSaludos
So, the egg comes first.
ResponderEliminarAs for the eggs (bombs) dropped from fighter jets in WW2, the spanish initiative to document the war events through film, is a great one!
Crecí con los payasos de la tele y con esta canción (entre otras muchas)
ResponderEliminarAlgo había oído que se refería a bombas pero no había leído nunca la historia completa.
Mil gracias por compartir, Norma
Besitos
Hola Norma! Tampoco yo conocía esta historia, pero por aquí también es muy famosa la canción de la gallina Turuleca. Que tengas un bonito fin de semana. Besos!
ResponderEliminarHola Norma. No sabía que la ciencia indicaba que primero el huevo.
ResponderEliminarY sí! ¿Cómo no conocer la canción de la gallina Turuleka? ¡Me encanta!.
No conocía la historia.
Beso ¡feliz domingo!
Muy interesante entrada. También conozco la canción, fue muy famosa, no sé si todavía lo sea.
ResponderEliminarUn abrazo!
No, no tenía ni idea. De hecho, yo creía firmemente que primero había tenido que ser la gallina y ella había puesto el huevo. Tampoco conocía el origen de nuestra famosísima galina Turuleca. Cuántas veces lo hemos cantado siendo niños o con mi hija, sobrinas, etc. Precisamente hoy llevo puestos mis preciosos pendientes de gallina blanca con lunares negros y botas amarillas. Qué bien me ha venido este post!!! ja, ja, ja.
ResponderEliminarBesitos