Una buena higiene personal es fundamental para estar limpios y sanos, y reforzar el sistema inmunitario.
De hecho, el aseo ayudan a prevenir enfermedades e infecciones por bacterias o virus. Pero, ¿cómo se las arreglaban en la Antigüedad? El origen de la palabra "higiene" procede de Hygieia, la diosa griega de la salud, la limpieza y la higiene. Hygieia está emparentada con el dios griego de la medicina, Asclepio. El jabón era escaso y no se había inventado la pasta de dientes. Había versiones rudimentarias de desodorante que pasaban de mano en mano, pero, francamente, mantenerse aseado era una faena. Entonces, ¿cómo se lavaban y limpiaban exactamente las primeras civilizaciones?
Los orígenes de la limpieza se remontan aproximadamente al año 2800 a.C., cuando los arqueólogos descubrieron que los antiguos babilonios habían empezado a fabricar una versión rudimentaria de jabón en esa época. Lo descubrieron tras descifrar las inscripciones de un cilindro que incluían la expresión "grasa hervida con ceniza", ingredientes utilizados por civilizaciones posteriores para fabricar jabón.
En el antiguo Egipto, la mayoría de la gente se bañaba a diario en el río o en una pila de agua en casa. Las casas más ricas estaban equipadas con cuartos de baño y podían permitirse contratar a sirvientes que vertían jarras de agua sobre su amo, a modo de ducha. Los egipcios también estaban orgullosos de sus casas y utilizaban las primeras formas de detergente, como jabones alcalinos, alcohol y otros brebajes para fregar el suelo y lavar la ropa. Fueron los primeros en inventar el desodorante. Lo hicieron mezclando diversas especias, como cítricos y canela, con agua.
No se sabe con exactitud quién inventó el miswak, el primer cepillo de dientes del mundo.
No obstante, sabemos que los babilonios ya lo utilizaban y que los romanos y los egipcios también lo tenían en sus cuartos de baño.
De todas las mejores cosas que son naturales, ¡Miswak es una de ellas! La barra delgada natural que se utiliza como alternativa tanto a los cepillos de dientes como a la pasta de dientes. Miswak proviene de un pequeño árbol conocido como Arak o Peelu, mientras que el nombre biológico es Salvadora pérsica.
Cuando se usa una ramita fresca de miswak, el primer paso es elegir cualquiera de los extremos y cortar la primera pulgada más o menos con un cuchillo común. Otra forma puede ser mordiendo el extremo y masticándolo. Después de exponer la madera debajo, comenzar a masticarla para ablandar la madera y que se rompa en cerdas fibrosas. Para saber que el palo está listo para usar cuando la punta esté lo suficientemente blanda y se despliega ligeramente como un pincel de pintura.
Durante miles de años, los palos de Miswak se han utilizado para blanquear los dientes, eliminar los dolores de muelas, mejorar el mal aliento, matar bacterias dañinas, detener el sangrado de las encías y ralentizar la caries dental
Eureka!
La invención de la bañera de hidromasaje se atribuye a los antiguos griegos. De hecho, la primera bañera conocida se descubrió en el palacio de Cnosos, en Creta. Se le llama el Baño de la Reina y data de alrededor del año 1500 a.C.
Uno de los episodios relacionados con baños más famosos de la historia de la Grecia antigua fue cuando...
Arquímedes (287 a.C. -212 a.C.), griego de la Magna Grecia -la isla de Sicilia, vamos- era famoso en su Siracusa natal por su dominio de casi todas las ciencias que existían en el momento. Físico, matemático, ingeniero y astrónomo, destacaba por su gran creatividad y perspicacia, inventando un sinnúmero de artilugios y armas que fueron repetidamente usadas para poder defender su ciudad.
Siracusa, por su parte, estaba gobernada por Hierón II el cual había encargado a su orfebre que hiciera una corona en oro macizo como tributo a los dioses. Para ello, el tirano -a los reyes les llamaban tiranos- le dio al orfebre la cantidad de oro necesaria para construir la corona. El orfebre le entregó a Hierón el trabajo tal como estipulado, pero cuando lo recibió tuvo la sospecha de que el orfebre le había sisado y, en vez de utilizar todo el oro, había substituido parte del oro por plata. La plata es mucho más barata que el oro, por lo que el orfebre -caso de probarse la estafa- habría hecho el gran negocio. No obstante, había un inconveniente: al ser una ofrenda a los dioses, no se podía destruir para comprobar el engaño, so pena de encolerizar a los moradores del Olimpo (ver La eterna llama de Yanartas). Se tenía que descubrir por métodos indirectos sin dañar la corona, y Arquímedes fue el elegido para adivinarlo.
El problema no era sencillo y, entre vuelta y vuelta de neurona, Arquímedes decidió tomar un baño.
Fue en el momento justo de meterse en la bañera que se dio cuenta que su cuerpo desplazaba una cantidad de agua similar a lo que ocupaba su cuerpo, de tal forma que, si llenaba la bañera hasta el borde, en el momento de meterse, la cantidad de agua que se vertía correspondía exactamente a su propio volumen. ¡Ya sabía cómo hacerlo! Y tanta alegría le dio al hombre que salió corriendo por las calles de Siracusa gritando "¡Eureka!¡Eureka!" (¡lo encontré! en griego). El único inconveniente era que se había dejado la túnica en los baños y salió en pelota picada a la calle -es de suponer que mucho frío tampoco hacía.
Llegando a casa, tomó el peso de la corona en oro puro y lo metió en un recipiente, contando el agua que desplazaba al sumergirlo y, posteriormente, lo hizo con la corona . El oro tiene mayor densidad que la plata, por lo que, a pesos iguales, la plata tiene un volumen mayor y, por tanto, desplaza más agua. En este caso, si la corona estaba hecha de oro puro como sostenía el orfebre, habría desplazado la misma cantidad de agua que el oro de referencia, pero no lo hizo, demostrando que el orfebre había sido demasiado espabilado y pretendía darle gato por liebre tanto al rey como a los dioses.
El arquitecto romano Vitruvios en su obra "De Architectura" popularizó, 2 siglos después, el término "Eureka" hasta llegar hasta nuestros días. Sin embargo, y si bien la física relacionada con los volúmenes y densidades está bien aplicada, estudios posteriores han puesto en duda que el episodio se hubiese producido así ya que las diferencias de densidad entre el oro y la plata son demasiado bajas como para que la poca precisión de los aparatos de medida de la época de Arquímedes lo llegasen a medir, ponen en duda la veracidad.
Fuera cual fuese el método empleado por Arquímedes, el hallazgo de la inspiración mientras se daba un baño y su improvisado strip-tease callejero, han quedado en la memoria de la investigación científica como un ejemplo más de cómo, la suerte, acompaña casi siempre a quien la persigue.
https://ireneu.blogspot.com/2014/11/arquimedes-eureka-suerte.html?spref=pi
https://www.msn.com/es-ar/noticias/other/sin-jab%C3%B3n-ni-papel-higi%C3%A9nico-c%C3%B3mo-se-aseaba-la-gente-antes-del-siglo-xx/ss-AA1rD5m0?ocid=msedgntp&pc=EDGEDB&cvid=4fff59a9d45a4975a03803acc2c3c29c&ei=14#image=24