Extraído de "La vuelta al día en ochenta mundos" 1967
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Grave problema argentino: Querido amigo, estimado, o el nombre a secas
Usted se reirá, pero es uno de los problemas argentinos más difíciles de resolver. Dado nuestro carácter (problema central que dejamos por esta vez a los sociólogos) el encabezamiento de las cartas plantea dificultades hasta ahora insuperables. Concretamente, cuando un escritor tiene que escribirle a un colega de quien no es amigo personal, y ha de combinar la cortesía con la verdad, ahí empieza el crujir de plumas. Usted es novelista y tiene que escribirle a otro novelista; usted es poeta, e ídem; usted es cuentista. Toma una hermosa hoja de papel, y pone: "Señor Oscar Frumento, Garabato 1787, Buenos Aires." Deja un buen espacio (las cartas ventiladas son las más elegantes) y se dispone a empezar. No tiene ninguna confianza con Frumento; no es amigo de Frumento; él es novelista y usted también; en realidad usted es mejor novelista que él, pero no cabe duda de que él piensa lo contrario. A un señor que es un colega pero no un amigo no se le puede decir: "Querido Frumento." No se le puede decir por la sencilla razón de que usted no lo quiere a Frumento. Ponerle querido es casi lascivo, en todo caso una mentira que Frumento recibirá con una sonrisa tetánica. La gran solución argentina parece ser, en esos casos, escribir: "Estimado Frumento." Es más distante, más objetivo, prueba un sentimiento cordial y un reconocimiento de valores. Pero si usted le escribe a Frumento para anunciarle que por paquete postal le envía su último libro, y en el libro ha puesto una dedicatoria en la que se habla de admiración (es de lo que más se habla en las dedicatorias), ¿cómo lo va a tratar de estimado en la carta? Estimado es un término que rezuma indiferencia, oficina, balance anual, desalojo, ruptura de relaciones, cuenta del gas, cuota del sastre. Usted piensa desesperadamente en una alternativa y no la encuentra; en la Argentina somos queridos o estimados y sanseacabó. Hubo una época (yo era joven y usaba rancho de paja) en que muchas cartas empezaban directamente después del lugar y la fecha; el otro día encontré una, muy amarillita la pobre, y me pareció un monstruo, una abominación. ¿Cómo le vamos a escribir a Frumento sin identificarlo (Frumento) y luego calificarlo (querido/estimado)? Se comprende que el sistema de mensaje directo haya caído en desuso o quede reservado únicamente para esas cartas que empiezan: "Un canalla como usted, etc.", o "Le doy 3 días para abonar el alquiler", cosas así. Más se piensa, menos se ve la posibilidad de una tercera posición entre querido y estimado; de algo hay que tratarlo a Frumento, y lo primero es mucho y lo segundo frigidaire.
Variantes como "apreciado" y "distinguido" quedan descartadas por tilingas y cursis. Si uno lo llama "maestro" a Frumento, es capaz de creer que le está tomando el pelo. Por más vueltas que le demos, se vuelve a caer en querido o estimado. Che, ¿no se podría inventar otra cosa? Los argentinos necesitamos que nos desalmidonen un poco, que nos enseñen a escribir con naturalidad: "Pibe Frumento, gracias por tu último libro", o con afecto: "Ñato, qué novela te mandaste", o con distancia pero sinceramente: "Hermano, con las oportunidades que había en la fruticultura", entradas en materia que concilien la veracidad con la llaneza. Pero será difícil, porque todos nosotros somos o estimados o queridos, y así nos va.
Variantes como "apreciado" y "distinguido" quedan descartadas por tilingas y cursis. Si uno lo llama "maestro" a Frumento, es capaz de creer que le está tomando el pelo. Por más vueltas que le demos, se vuelve a caer en querido o estimado. Che, ¿no se podría inventar otra cosa? Los argentinos necesitamos que nos desalmidonen un poco, que nos enseñen a escribir con naturalidad: "Pibe Frumento, gracias por tu último libro", o con afecto: "Ñato, qué novela te mandaste", o con distancia pero sinceramente: "Hermano, con las oportunidades que había en la fruticultura", entradas en materia que concilien la veracidad con la llaneza. Pero será difícil, porque todos nosotros somos o estimados o queridos, y así nos va.
Por supuesto que esta es una visión de Julio de hace unos años atrás. Actualmente nos hemos desempolvado y escribimos con más naturalidad.
Les cuento que cuando yo era practicante, allá por los 65, debíamos dirigirnos a nuestros alumnos usando "el tu". Por ejemplo: "Jorgito tu me has dicho que terminarías la tarea. No lo has hecho por lo tanto no saldrás al recreo".
Hoy, una docente dice:
Jorgito me dijiste que terminarías la tarea. No la hiciste, por lo tanto no salís al recreo.
¡Menos mal que hoy he podido entrar! Ayer me salía una advertencia de que había un sofward ( no sé si lo escribo bien) malintencionado en alguno de tus contactos, y advertía de que podían entrar virus. ¡Qué alegría que ya esté arreglado!. La entrada de ayer, que no la pude ver y me quedé con ganas, me parece muy auténtica.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo
Hace un par de días me pasó lo mismo que a El Hada de los Cuentos. Menos mal que ya se arregló.
ResponderEliminarPues yo no creo que esto de encabezar las cartas haya variado mucho desde el texto de Cortázar. Yo también tengo ese problema en casos como el que él comenta. En el trabajo envío muchos e-mail y mis dudas son las mismas: querido/a o estimado/a.
Besos,
Norma! Qué delicia leer estas palabras pensantes..adorable escritor! .....y me sigo quedando con el lenguaje cuidado y con respeto más allá de las formas.Un beso grande, "querida Norma". Gloria.
ResponderEliminar¡¡¡Genial Cortázar!!!
ResponderEliminarHola Norma.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este escrito de Julio Cortazar.
A veces en España escribimos encabezando una carta Apreciada/do.
Besos, Montserrat
Hola Norma, mi esposo y yo amamos a Cortázar, leímos todos sus libros. Había uno que estaba fuera de edición y lo encontré en EEUU, en castellano. Aunque no lo creas, a veces exhiben los libros de Cortázar y García Márquez junto a Corin Tellado. Un beso,
ResponderEliminarEs muy cierto que a veces no sabes como encabezar una carta. Besos
ResponderEliminarQué complicado lo hacemos todo!
ResponderEliminarTe sale publicidad al pinchar en comentarios, que aunque no salga la advertencia de virus, sigue siendo software malintecionado igual.
Buena semana, besos.
la verdad es que es complicado en ocasiones dirigirse con naturalidad y con respeto a la vez. A mi me resulta muy difícil hacerlo cuando se trata de desconocidos o gente que no es de mi entorno.
ResponderEliminarPor cierto, veo que no he sido la única, Hace días que no puedo entrar a ninguno de tus blogs porque me saltaba un aviso de software malintencionado.
No creas que me he olvidado de ti, jeje
Besitos y feliz domingo
¡Qué suerte que se arregló!
ResponderEliminarMuy cierto el texto de Cortazar y muy cierto el cambio en el trato de las maestras a los alumnos...
Es que todo cambia, se hace más light, ¿no?
Besos...
Estoy con problemas en la mano izquierda y no puedo escribir, ni tejer, ni levantar peso o hacer fuerza... ¡Estoy podrida de que me duela! Ya estoy con tratamiento médico, me parece que voy al cuchillo en cualquier momento!
Paso otra vez porque salió mi comentario con el blog de V&Mesencias. Pero soy yo nomás...
ResponderEliminarBesos...
Hola Norma, parece que se ha solucionado el problema
ResponderEliminarLeer a Cortazar aun despues de tantos años es grato.
Un abrazo